Los 3 factores que incidieron en la “voluntad popular” de las internas

Muchos se sorprendieron con los resultados, otros.. perdieron la esperanza, aunque sea el primer round previo a las elecciones de noviembre.

La política paraguaya se caracteriza por estar vacía de contenido sometiendose esencialmente a una cuestión de estructuras electorales, negando los ideales, los principios, desenfocando la idea de democracia.

¿Pero por qué se votaron a los mismos que tanto se han criticado? ¿Por qué hubo tan baja participación en los partidos opositores a la ANR, principalmente en la capital donde por tomar un ejemplo el PLRA se aproximaba al 25%, o una izquierda que creo, merece no aclararlo?

Por varias cuestiones fundamentales que iré enumerando:

1. El voto simultaneo y sus efectos

Por primera vez en la historia se han hecho internas simultaneas de todos los partidos y movimientos políticos, hecho que concentra lo mediático en los partidos tradiciones, principalmente el de gobierno.

También se suma las consecuencias que generan las múltiples afiliaciones que poseen un gran numero de electores, quienes ante una estructura electoral corrompida se someten al poder del dinero, con votos que iban desde condicionamientos de trabajo hasta 500.000Gs., dentro de la ANR.

Conste que con esto no digo que en otros bloques políticos no lo hagan, solo que nadie podría competir con lo que mueve en dinero esa estructura. Esto principalmente debilitó a los partidos que poseen fuertes bases en sectores más vulnerables, donde optar por quien no te de para alimentar a tus hijos no es “rentable”. El voto se vuelve especulable.

El otro punto resaltante está en que los locales de afiliación no coincidían entre partidos y movimientos, por lo cual no existía el voto “comprado” pero consciente, que en el cuarto oscuro hace a su voluntad el marcado.

2. Recursos públicos al servicio del oficialismo

Esto no es nuevo, lo hicieron siempre, la estructura estatal es funcional al candidato de la misma linea política de quien gobierna.

“En esta campaña no se usó dinero del Estado, acá se usó dinero del Presidente” dijo Horacio Cartes, pero la realidad muestra otra cosa.

No hace falta aclarar más que mirar la campaña de Arnaldo Samaniego, quien -con fondos municipales- se instaló en el escenario nuevamente, a través de una ordenanza donde la Junta aprobaba más de 600.000Us$ para publicidad municipal, más lo que esta presupuestado en las obras desarrolladas.

3. La tibia democracia que nunca asumimos transformar

Estas elecciones demuestran que el dinero compra estructuras partidarias, dicho de otra forma.. ¿Alguien piensa como se construye el país?

Si, el que pone la plata. Lo hace a su gusto y “piaccere”.

Esto en algún momento tenemos que cambiar, los padrones inflados de múltiples afiliaciones evidencian que pocos se afilian por convicción, y muchos, ni saben que están afiliados.

Tanto desprestigio a la clase política nos llevo a abandonar las estructuras, dejarlas al arbitrio del capital y olvidar que su rol es encausar las dolencias de la gente, discutir y debatir en torno a ideales y principios.

Es muy lindo barrer las calles, es muy lindo retirar la solución visual que hacen nuestros mismos verdugos sin hacerse responsable de retirarlas, pero ¿cuándo asumimos que ellos deben salir de donde están? ¿cuándo llevaremos la discusión dentro de la estructura, a los partidos? Estaría bueno ser rebelde desde afuera y desde adentro a la par. Las cosas tienen que cambiar.

Esto evidencia que los “iluminados” que alimentaron los partidos tradicionales no tienen color, jugaron el partido alquilando distintas estructuras por un fin común, imponer sus ideas, encubrir sus delitos, negar voluntades con un imaginario, con engaños, con el discurso de que habló “la voluntad popular” y esto debe acabar, hay que desenmascararlos.

Hay que tener mucho ojo, y hay que posicionar las causas del pueblo, el dolor del pueblo en todos lados, en todos los partidos, movimientos, concertaciones, cooperativas, asociaciones, universidades, colegios, de forma crítica, solo con eso podremos reivindicar las estructuras electorales en función a las ideas, dejando de lado que las ideas se sometan al poder del dinero, de la ignorancia, de la desesperanza.

Sino no habrá bono demográfico, no habrá aumento del PIB, no habrá obras de infraestructuras en función a la gente. Los números no cambiarán y la vida de la población, de los olvidados, los “descamisados” seguira igual.. o tristemente, peor.

Y seguiremos teniendo flamantes candidatos legitimados en una primera instancia como un Arnaldo Samaniego en Asunción con un 44,2% (por su segundo periodo), un Albino Ferrer en San Lorenzo con 46,6% (por tercer periodio), una Sandra McLeod en Ciudad del Este con 66,9%, donde el clan Zararias la dispone desde el 2001, un Roberto Cardenas en Lambare con 41,3% en una ciudad en decadencia o el “premiado” Edgar Quintana de la ciudad de Fernando de la Mora con 35,5%, según los numeros de la última boca de urna de GEO. ¿Hasta cuando la falta de discusión y crítica dentro de los partidos?

Basta con interiorizarse de la realidad de esas ciudades para saber de que hablamos y lo preocupante que son estos resultados.

Abramos los ojos.

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Leonardo Gómez Berniga

Abogado en DDHH, emprendedor, activista social (si ese es el termino) y comunicador. Director de @GranSietePy